LA LEYENDA DE LOS ELEMENTALES




Hubo un tiempo en que los dioses caminaron por las tierras de Eldrin pero su tiempo eterno era un problema muy grande, que en realidad sería el menor de todos sus problemas. Decidieron un día reunirse en Consejo para crear una serie de creaturas con quienes interactuar: los humanos. Después de varios años de discusión, llegaron al acuerdo de que cada elemental sería el protector de su propio pueblo.
Candor, elemental del fuego, tomó su matillo con un gran movimiento golpeó la tierra, con el permiso de Terán. Del surco que se formó, y de la lava que emergió, Candor creó a Canaris, su reino de herreros, en su mayoría, también existían los jinetes de dragón así como los tsaijin, brujas y hechiceros que logran usar el poder mágico del fuego. A Melawen, la elemental del viento, con un hermoso y dulce soplo creó a Elensar, su reino custodio, que teniendo también a jinetes de gráciles dragones, encuentra su orgullo en los grandes águilas custodios, que son sus ojos y oídos. Luego vino el turno de Livrin, la elemental del agua, que con el sencillo recorrido de un riachuelo pero con fuerza descomunal de un tsunami, creó a Telrún, el reino de marinos y comerciantes, de grandes puertos en las diferentes costas del Gran Continente de Eldrin. Al final participó el más antiguo de todos: Galdor, el elemental de la tierra. Con la sola fuerza de su pie levantó pequeños montículos de tierra, que crearon a su vez a Valentor, un humilde reino de artesanos y agricultores, entre los cuales Galdor escogía a muy pocos para ser intermediarios: los chamanes.

Cada uno tomó para sí una región de Eldrin para que su pueblo pueda asentarse. Canaris se ubicó en la región suroeste; Elensar, en la región norte; Telrún en la región este y Valentor en la región sureste. Y mientras cada pueblo viviera en su región, no existiría ningún problema para los dioses, pero cuando los dioses discuten, los humanos no quedan distantes de sus caprichos.

Los elementales decidieron, por capricho sin fundamento hasta el día de hoy, crear un quinto pueblo. Este pueblo debería ser el más alto de todos ellos, el que tenga características de todos los dioses y al mismo tiempo no me merece devoción privada a uno, sino a todos. Así es como crearon al reino de Craw y lo localizaron al medio del continente. Los crawnianos les ayudarían a organizar este nuevo mundo que estaban dando a luz. Enviaron consejeros a las diversas cortes de los reinos, adoptando éstos primeros la doctrina y esencia de cada elemento protector donde llegaron.

Con el tiempo, el rey de Craw decidió dejar de lado su apoyo a los dioses y, por el contrario, ganarles en una batalla. Sabía que sólo no podía vencer así que aprovechó de sus consejeros para influencias a los cuatro grandes reyes, que terminaron accediendo en libertad. Dirigieron pues a sus soldados a las fronteras occidentales de Eldrin donde, según los intermediarios crawnianos, está el acceso al mundo elemental, lugar donde se habían ido a vivir los dioses.

Los dioses conocían todos los movimientos del rey de Craw y lo dejaron avanzar hasta que recuperara la cordura y alcanzara su salvación pero eso nunca sucecidió, ni la cordura ni la salvación. Los dioses volvieron a pisar las tierras de Eldrin y, tras una lucha que duraron varios ciclos lunares, los cuatro grandes reyes decidieron rendirse y regresar a la paz que los dioses proveyeron, mientras que el rey de Craw lucho constantemente con sus fuerzas de choque contra los dioses. Éstos, tras recitar un fuerte hechizo, mandaron a las profundidades a todos los crawnianos, sin que ningún ser humano los pudiera encontrar nunca mientras que los humanos vivieron en el desorden, al desorientación y las guerras por el poder. Poco a poco las peleas dentro de las casas reales se comenzaron a ver y lo que fueron cuatro reinos se transformaron en ocho reinos importantes y muchos pueblos regados por todo el continente hasta que volviera nuevamente los crawnianos para devolverles esa unidad que habían perdido por el deseo de más poder que el que los dioses ya les habían dado.

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